Paz no más maldad

 ¡PAZ EN EL MUNDO!  

Mi corazón no aguanta más tristezas, más niños con hambre, más pobreza, más drogadictos, más mujeres prostitutas, más niñas embarazadas a temprana edad, más abuelitos con hambre y enfermos, más maltratos, más robos, más delincuencia. 

Mi corazón quiere un mundo en armonía, en disciplina, en obediencia, en sana convivencia, en donde se invite al respeto el uno por el otro, donde brille el diálogo y sea el medio para la resolución de conflictos, en donde no se deba forzar nada y todo fluya. Yo quiero un mundo donde la gente tenga valores, principios, ética profesional,  laboral, personal, donde no hayan egoísmos, donde el trabajo sea en equipo, lugar donde las personas respiren armonía, empatía, confianza y civismo.

¡Yo quiero mucho! Pero ¿Cómo lo logramos? Lo logramos, si creamos conciencia e inicias a ser tú, parte del cambio, lo logramos si dejas de lanzar tantos prejuicios, si dejas la pereza a un lado y avanzas, si en vez de pensar que eres pobre trabajas para dejar de serlo, se logra si dejas de ser prisionero de tu mente y cambias el significado de tu propia vida, lo logramos si dejas de culpar al Estado, a los gobiernos, a las leyes, a las normas, a las personas y situaciones cuando el real problema eres tú que todo lo ves como un problema.

¿Qué tal si eres parte de la solución?¿Si piensas menos en ti y ayudas a los demás? ¿Si avanzas pero no solo sino con los demás?

Las dificultades en el mundo no nacieron porque sí, se crecieron porque no eres capaz de cooperar y liderar procesos encaminados en búsqueda de un bien común y no personal, porque se nos olvidó el significado de lo que es la realidad de vivir en paz. Te invito para que reflexiones un poco y ayudes a ser parte de la solución y no del problema.

ANGELA YESENIA ANACONA TEJADA

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